viernes, 9 de noviembre de 2012

Extrañando los besos de un poema Vaivén...Leo poemas de un romanticismo que atrapa las conciencias, de esos que se burlan de lo inútiles que somos en ocasiones, o de lo cobardes. Vuelvo a leer, a Whitman, y en sus "Hojas de hierba" me encuentro a mi misma, sabiendo que cada poema te envuelve con cierto enfado, con un lamento que se esfuma solo con el llanto. Tormenta...Es cuando llegas al clímax necesario para cohibirte, para retractarte o arrepentirte de algún asunto, y no es mi caso...Ha sido solo una ráfaga de viento, que ha partido en dos mi razón y mis sentidos. Leo cada aparato que veo, un vinilo, un reloj, y hasta me identifico con el pasado de otros, para darle explicaciones a cada verso que miro. Naufragio...Este ha sido el único viaje fructífero que he tenido, leyendo cada grano de arena, cada especie que se disuelve en el viento, pues cada palabra me sumerge en el mar de mis anhelos...Después de todo, extraño los besos de un poema, porque me he enamorado perdidamente del azar y de los encuentros casuales con las letras.

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