viernes, 9 de noviembre de 2012

No calles Del último silencio nace un grito desesperado que explica nuestra complicidad alejados de la vida con todo lo que parece estar cerca. Queda una esperanza. Vivir es una respuesta. Perdóname ¿es inútil? Se ha caído mi sentido sin límites no es fácil decir: ¡soy frágil! Ahora dejo mis pasos como el mar borra las marcas en la arena, es, decir en silencio... Puedo gritar más fuerte pero no es justo hacerlo seguir adelante sin recordar esa sonrisa. No, quiero caminar. Nada en la vida es inútil nada tiene más sentido que el amor.

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