viernes, 9 de noviembre de 2012
¿Qué hacemos después de nacer?: Llorar,
porque estamos destinados a sufrir
sabiendo que somos personajes anónimos.
Nos hacemos públicos y románticos
avatares religiosos y alcohólicos,
somos solo una huella en la tierra.
Lloramos para ocultar nuestra fortaleza,
para acudir a la debilidad del cuerpo,
susurramos nuestros miedos
y los enjuagamos por la noche
para que el día despierte con sudor en la frente
sin recordar nada, solo falta de memoria
falta de sentido.
Después de haber llorado lo suficiente
te exprimes el zumo del recuerdo
y lo abandonas en una fotografía,
la misma que guardas en el baúl,
luego te dejas vencer, para no regresar,
dejas que el llanto se seque en el desierto.
Lloramos después de haber nacido,
porque llorar es la señal de la vida,
el oxigeno de nuestros sentidos,
lloramos para vivir y seguir viviendo.
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