viernes, 23 de marzo de 2012

x poco

No trato de justificar lo que hice, pero la verdad, se esforzaba en amargarme la vida diciéndome cosas que yo no quería oír... Y no digo que le faltase razón, pero no se puede ir por el mundo haciendo daño gratuitamente: que si era un fracasado, que si en realidad hacía esto o lo otro por tal o cual causa, que si no me aceptaba tal como era... Eso irrita, va minando tu aguante; llega primero a preocuparte, después, a dolerte, y el dolor, cuando alguien te lo causa así, sólo por hacer daño, se convierte en irritación, y la irritación deviene en odio; además, creo que en realidad era él el que quería reafirmarse a sí mismo, cobrar relevancia a costa de destruir mi ego.
Yo había oído decir donde se escondía, así que, cogí el cuchillo que uso para desviscerar la caza, y lo hundí en mi abdomen. No pude ver la sangre de mi subconsciente muerto, porque antes, la mía lo inundó todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario