viernes, 3 de agosto de 2012

Siempre pasó a ser nunca
en una batalla de absolutos
que es simplemente absurda.

Sentenciar el siguiente instante
por un ayer o morder cada
línea por un temor al olvido
resulta insostenible, porque tinta
y carbón me faltará tanto como
la vida misma en la construcción
de una sinfonía infinita y
atemporal de la potencia que existe
en cada bocanada de solitaria
reflexión.

Entre líneas quedará ese silencio
ensordecedor que se agolpa esperando
la justa expresión, la falacia
tierna de esta humilde labor a la
que algunas veces llamo creación.........................

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